Curiosidad

En inglés decimos "curiosity killed the cat", para avisar sobre los peligros de querer meter demasiado las narices en algo.

Pero no soy un gato ( a lo mejor en alguna vida pasada, pero allí me decanto más por un caballo, o por lo menos la vida de caballo será más reciente porque me identifico más a pesar de casi no haber tratado con ellos en la vida), así que no creo que la curiosidad me mate. De hecho...

El otro día me pude reír de mi misma al comparar experiencias depresivas con mi hermana, y es que las dos teníamos ya escogido un punto en la carretera "por si acaso" (=para suicidarse). Qué poco original! Luego siempre pienso (y supongo que ella también - la conversación no siguió por allí, y no solemos hablar de cosas profundas) que lo de querer matarse no es sincero, es autocompasión pura y dura, y que luego hay mil factores a tener en cuenta para no hacerlo. En mi caso tres serían:

1 - Por qué matarme yo si hay muchas personas que son mejores candidatos a desaparecer del mundo? Necesitaría otro blog (otro!?) sólo para enumerarlas.

2 - Y dejar que críen a mi niña la familia Von Treppa "como es debido" y "como Dios manda"?!!!!! Los cojones!!! Además, el hijo de OK*OK parece que está saliendo bien a pesar de tener una madre soltera y medio grillada, así que me sirve de punto de referencia aquí en este pueblucho capital del reino (ves, Prima?) donde nunca me puedo olvidar del todo de la Conferencia Episcopal y sus descerebrados defensores.

3 - La curiosidad por ver qué pasará.

El miércoles, la curiosidad me llevó al despacho (clínica? bufete? antro?) de mi nuevo psicólogo. La anterior está de baja por embarazo, y aunque he decidido no seguir yendo, tenía que entregar el último volante, así que fui en persona a la cita para entregarlo y despedirme.

Mi nuevo psicólogo es clavado a Jesucristo. Es alto, delgado, con pelo y barba negra, y cierto aire desaliñado. Como si acabara de salir corriendo de un turba enloquecida con piedras en la mano, por ejemplo. Pero es que encima tiene 33 años!!! En 5 minutos, cogí la suficiente confianza como para preguntarle a qué edad se vuelven los hombres cínicos y cabrones, pero no me atreví a comentar nada sobre su aspecto divino ni su edad.

Lo malo es mi sentido de humor (retorcido según algunos): estuve toda la cita preguntándome si seguir yendo a las visitas, sólo para ver si en semana senta le ocurre algo extraño, y riéndome por dentro. :|

Mi mundo interior tiene estos chistes privados.

(A veces mi mundo exterior también y en clase por ejemplo de vez en cuando tengo alumnos que los pillan. Este año el que los pilla es un chaval encantador veinteañero, cómo no, que creo que se dedica a algo relacionado con ordenadores. Pero no penséis lo que estáis pensando: mi alumno favorito de los últimos años sigue siendo el del año pasado, que por cierto, tengo que contestar su email de navidad - para que veáis que de verdad no tengo tiempo para nada)

(Mi punto de la carretera es/era el puente que une la M50 dirección de Fuenla a Getafe con la carretera de Toledo dirección Madrid. Lo bueno de tener un punto ya escogido es que cuando pasas por allí sin estar depre, te ríes. Qué paradoja, verdad?

Y sigo enganchada al disco de Love. Me he bajado más discos suyos, pero no he tenido tiempo de escucharlos.

1 comment:

Okok said...

Gracias (...¿gracias?)

 
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