Contacto social

El viernes finamente no conseguí comprar nada de ropa, ni para mí ni para la niña, así que acabé comprando comida en el Corte Inglés, ya que no va por tallas ni colores.

Como acabé pronto y me repateaba la idea de volver a casa en mi tarde "libre" (sólo de pensar en el perro dando saltos de felicidad con cara de PASEO me daban ganas de coger el coche y conducir hasta Santander o donde fuera, pobre chucho*) acabé tomando un botellín en mi ex-bar, que encima ha cambiado de manos, y la nueva dueña no da conversación como lo hacía Raimundo. Mi amigo "borracho" encima se había ido de puente.

Por suerte se me ocurrió probar a ver si mi amiga del barrio, "La Flaca", estaba en casa, y acabé fumando un porro en su casa y poniéndonos al día con nuestras vidas, así que por lo menos tuve mi dosis mensual de contacto social, y te mando un beso desde aquí, Flaca. :)

Ruth y Arantxa, os echo de menos!

*Adoro a mi perro, pero es una "obligación" más. Para todos los que pensáis que no es para tanto, os recuerdo que hay que bajarle y subirle 4 pisos en brazos, lo cual significa que (para qué hablar fino?) te pringa la ropa que llevas con las gotillas que le quedan en la polla, así que sólo para bajarle a la calle hay que cambiarse, y tener en cuenta que la ropa que te pongas va a la cesta sucia, así que (yo que tengo muy poca ropa) tiene que ser algo que no valga para trabajar, no vaya a ser que me quede sin recursos para el día siguiente (o lo tengo que lavar y secar en un radiador). Joder, si hasta para bajar al perro tengo que organizarme. Estoy harta de las obligaciones y más obligaciones y ningún rato nunca ni de risas ni de ocio.